A finales del año pasado una nueva autora de romántica causaba sensación entre los amantes del género con su primer lanzamiento, «Romper el hielo». Hannah Grace se ganó el cariño de muchos (y las críticas de otros), pero lo más importante que le dio la fama fue la oportunidad de continuar su saga con la novela de la que vengo a hablaros hoy, «Saltan chispas» («Wildfire»), una enternecedora continuación con identidad propia que encandila al más escéptico.
Russ Callaghan y Aurora Roberts coinciden en una fiesta de fin de curso y, después de dejarse llevar por un juego, acaban enrollándose. Sin embargo, Aurora se escabulle antes de que él tenga la oportunidad de preguntarle su nombre completo.
Sin saberlo, ambos van a trabajar en el mismo campamento de verano: Russ espera poner suficiente distancia con su padre, mientras que Aurora solo desea volver al último lugar donde se sintió como en casa.
Russ sabe perfectamente que tiene prohibido «fraternizar» con Aurora si no quiere que lo echen. Desgraciadamente para él, a ella nunca le han importado mucho las reglas...
Ahora solo les queda descubrir si las chispas que saltaron entre ellos durante su primera noche quedarán en nada o si, por el contrario, lo incendiarán todo.
Antes de continuar con el texto, me siento casi obligada a confesar que, por mucho que haya adorado esta historia, no he sido hasta el momento una de las lectoras del debut literario de Grace. En mitad del hype de «Romper el hielo» decidí mantenerme alejada de la novela hasta que la conversación social se calmara. Sin embargo, cuando vi que llegaba a las librerías su segunda parte, un romance universitario ambientado en un campamento con el verano como punto de partida, no pude evitar sumergirme en él tan pronto como me fue posible.
«Saltan chispas» narra la historia de Aurora y Russ, dos universitarios profundamente inseguros y con cargas familiares y emocionales que se conocen en una fiesta al final del curso. Lo que no se imaginaban era que el azar les llevaría a ambos al mismo lugar en los meses de verano, un campamento donde huir de sus problemas. Así, comienza una enternecedora y sensual historia que dejará huella en todos los que le den una oportunidad.
Desde el primer encuentro de Russ y Aurora, la química de los protagonistas atraviesa las páginas con cada frase, cada sonrisa y cada mirada, incluso cuando aún no los conocemos y no acabamos de entender su forma de ser. Hannah Grace, buscándole el pulso adecuado a la narración y consiguiendo esa química explosiva, consigue presionar las teclas correctas para que no seas capa de dejar a un lado a la pareja y necesites saber más detalles de su historia.
He de destacar uno de los aspectos que más me ha gustado de la relación y ha sido el progreso en su comunicación, cómo poco a poco van confiando el uno en el otro y entendiendo que hay ocasiones en las que lo que uno dice no es necesariamente lo que el otro entiende. Gracias a ello, a sus pequeños momentos de reconciliación y entendimiento, la relación entre Russ y Aurora parece más natural y realista. Eso sí, es cierto que en la parte final echo de menos que los momentos de mayor intimidad y apertura emocional se limiten a las conversaciones, en lugar de pasar directamente al plano físico.
Los personajes Russ y Aurora son iguales en esencia, si bien completamente opuestos en su personalidad y en el modo de gestionar sus problemas. Russ, más tímido, y Aurora, más extrovertida; Russ, más hermético, y Aurora, más impulsiva. Quizá el extremo con el que se presenta esta dicotomía en ocasiones sea razón para argumentar que los protagonistas son sus propios enemigos, pero lo cierto es que en la imagen final de la novela, apenas tienen peso estos momentos.
Me gustaría que hubiéramos podido conocer más a fondo a los compañeros de campamento de Aurora y Russ, ofreciéndonos otra parte de ellos (como sí hace Raquel Arbeteta García en «Una mentira compartida»), y dando más profundidad a los protagonistas. Quizá podamos seguir viendo a la pareja y sus nuevos amigos en la siguiente entrega de «Maple Hills», «En las nubes», que llegará a las librerías el próximo 27 de agosto.
«Saltan chispas» me ha sorprendido gratamente por su capacidad para fascinarme desde la primera página. Sin duda, me ha convencido para descubrir otros libros de Hannah Grace en el futuro.
Y vosotros, ¿habíais descubierto ya a los chicos de Maple Hills?
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